Historia

Fundación del Gran Oriente

La Francmasonería lleva más de 200 años en Chile, y sigue cultivando en sus adeptos, y simpatizantes, el legado Laico de los primeros Francmasones en América, influyendo en la República de Chile la filantropía, y las corrientes intelectuales del racionalismo y liberalismo chileno.

En la década del 60 en chile, comenzaron a fundarse algunas otras obediencias de la francmasonería. El masón Antonio Quezada Urzúa, hijo de francisco Quezada y de Antonia Urzúa. Quezada nació en Santiago el 30 de enero de 1907 y falleció el 25 de agosto de 1979; estudió en el Seminario de Valparaíso y en la Escuela Militar, donde se graduó de Ingeniero Geógrafo y fue uno de los Fundadores de la Academia Politécnica del Ejército de Chile.

Trabajó en el Instituto Geográfico Militar, donde llegó a ocupar los cargos de Jefe de Secretaria Técnica y Jefe de Inspección General del Ejército con misiones en asuntos limítrofes con Argentina. Por un accidente, en el año 1949 se retira del Ejército con el grado de Comandante. Más tarde, estudia Pedagogía en la Universidad de Chile y se titula como profesor de Estado. Fue Rector del Liceo Fiscal Nº 1 de Santiago y profesor del Instituto Nacional. Escribe un libro titulado, «Etnografia de América el Sur» y trabajos sobre Isla de Pascua. Fue Director y fundador de la «Revista Geográfica de Chile».

Fue iniciado masón en la Logia «Justicia y Libertad» N°5, de la Gran Logia de Chile, el12 de septiembre de 1934. Desde su ingreso a la Masonería, Quezada, supo que su misión sería preservar, custodiar y engrandecer la Francmasonería en américa del sur. Un hombre de probados sentidos éticos, patrióticos y republicanos, sintió que su realización estaba ligada al sueño masón hacia la sociedad civil. De tal modo que, decide separarse de su logia madre por un tiempo, y comienza a fraguar la ineludible idea de formar una obediencia separada del Club de la Republica.

En 1955, Quezada conoce al connotado Doctor y Masón, Juan Marín, algunos años mayor que él. Ambos, comienzan a reunirse en una cafería de calle bandera, donde debaten la posibilidad de crear esta nueva obediencia de la francmasonería chilena. Entre ambos, eligieron el nombre Gran Oriente Masónico Chileno. En ese mismo año, Quezada conoce al joven Aprendiz Masón, Carlos Francisco Blin Arriagada, quién ingresa a la Masonería en 1954, a la Logia Levante N°26 de la Gran Logia de Chile. El Masón Carlos Blin, se destacó por su trayectoria académica como; profesor de Estado en Filosofía, desempeñándose en el Instituto Pedagógico Técnico de la Facultad de Ingeniería de la ex Universidad Técnica del Estado.

En mayo de 1961, Antonio Quezada, Carlos Blin y Juan Marín, dan origen al Gran Oriente Masónico Chileno. Estos masones ya habían formado tres logias anteriormente, cuyos nombres fueron: Gran Logia Sol de Oriente de Chile, Gran Logia Lautarina de Chile y Gran Masonería Universal del Rito de Memphis y Mizraim. Desde sus inicios, el Gran Oriente de Chile practicó el Rito Escocés Antiguo y Aceptado y el Rito Antiguo y Primitivo de Memphis y Mizraim. Debido a los contactos de Blin Arriagada, obtiene carta patente francesa, del Gran Maestro Masón Robert Ambelain en junio de 1960.

En sus inicios, este Oriente trabajó con la personería jurídica «Club de la Patria» cuya publicación se realizó en el Diario Oficial de la República de Chile con fecha 30 de enero de 1961. En la actualidad, el Gran Oriente de Chile trabaja con la personería jurídica «Centro de Cultura y Filantropía de Chile», cuya publicación se realizó en el Diario Oficial de la República de Chile el 26 de septiembre de 1967.

El Gran Oriente de Chile fue fundado el 7 de mayo de 1961, un año después de recibir la carta patente de Robert Ambelain, y Ambelain es nombrado: Gran Maestre de Honor del antiguo Gran Oriente de Chile el 9 de mayo de 1961. Dos años más tarde, estos masones visionarios, deben asimilar el fallecimiento de Juan Marín, el10 de febrero de 1963.

El 12 de abril de 1965, el Gran Oriente de Chile, publica sus «Constituciones, Declaraciones de Principios y Planchas Arquitectónicas». Estas constituciones, fueron la columna vertebral, para muchas otras obediencias de la época.

Robert Ambelain

Los primeros masones del naciente Gran Oriente de Chile, correspondieron a miembros de las emergentes clases medias altas, de espíritu laico y emprendedor, que adscribían a los ideales políticos del liberalismo radical y el socialismo, encontrándose entre ellos; ingenieros, médicos, abogados, profesores, medianos empresarios, comerciantes, altos funcionarios públicos y miembros de las Fuerzas Armadas, como lo fue, Antonio Quezada Urzúa.

La búsqueda de mayores libertades fue una de las principales banderas de lucha del Gran Oriente de Chile. El partido liberal, el radical y el ejército, fueron el dentro de esta naciente institución.

El Gran Oriente de Chile es, y será siempre parte de la Francmasonería republicana universal en América del Sur. hoy es reconocida y aceptada como obediencia soberana por el Gran Oriente de Francia, y es miembro permanente de estructuras masónicas internacionales tales como: Confederación Interamericana de Masonería Simbólica (CIMAS), y del Centro de Comunicación y de Información de las Potencias firmantes del Llamado de Estrasburgo (CLIPSAS), esta última, es una organización internacional de jurisdicciones masónicas, jurisdicciones aprobadas y aceptadas por muchas Grandes Logias de diferentes países del mundo, en las que se aceptan o no a las mujeres. Un detalle fundamental es el no requerimiento a sus miembros, de creer en un Gran Arquitecto del Universo o algún tipo de Ser superior. (El Gran Oriente de Chile ingresó a CIMAS el 21 de septiembre de 2002 y a CLIPSAS, el 22 de mayo de 2004).

«Nada puede ser más fuerte y determinante que los ideales de la Masonería; no fueron pocos los que, con decisión adhirieron a estos principios y, estoy seguro, que muchos más vendrán y valorarán esta sublime institución».

Antonio Quezada Urzúa, Gran Maestro, Gran Oriente De Chile, mayo de 1964.